5 pasos para restablecer los límites sexuales en una pareja

Temas cristianos sobre noviazgo cristiano

Algunos de los jóvenes cristianos que leen y comentan mis artículos lo hacen buscando solución a su pecado de fornicación.

Todos dicen que pelean por alcanzar la pureza sexual pero solo consiguen seguir embarrándose más.

Al final, como nada funciona, y ocultar el pecado lo hace más grave, se rinden, continúan pecando, y entonces deciden mejor estar lejos de Dios y de la iglesia.

¿Será cierto que no se puede alcanzar la pureza sexual después de pecar? ¿Ya no se puede establecer límites después de haberlos sobrepasado?

Desde mi experiencia personal y la de algunos jóvenes con los que he trabajado, sí es posible.

Así que veamos de qué forma podemos restablecer los limites sexuales después de haber ido demasiado lejos.

Estos pasos son los que descubrí en mi restauración después de sobrepasar varios limites sexuales, y también son los que han ayudado a los jóvenes con los que he trabajado en su restauración.

¿Quieres saber cuales son? Continua leyendo hasta el final.

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1. Arrepentirse genuinamente

Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. (1 Jn. 1:9)

El primer paso no es restaurar los limites, es restaurar el corazón y tu relación con Dios.

Eso implica reconocer que el sexo antes del matrimonio (fornicación) es pecado (1 Co. 6;8; Heb. 13:4), no un desliz o una falta.

Por lo tanto, llámalo por su nombre. No trates de minimizarlo creyendo que así "desaparecerá" más rápido.

Luego, tienes que lamentarlo ante Dios con una tristeza profunda por haberle fallado, no por miedo a las consecuencias (2 Co. 7:10).

Y después, en oración sincera, tienen que pedir perdón ambos y por separado.


2. Apunta hacia la pureza

Y eso eran algunos de ustedes. Pero ya han sido lavados, santificados y justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios. (1 Co. 6:11)

En Cristo, la pureza no es solo una condición física, sino una posición espiritual. Él te lava, te renueva y te llama santo, no por lo que hiciste, sino por lo que hizo en la cruz.

Entonces, después de buscar un genuino arrepentimiento, tú y tu pareja deben tener como meta principal la pureza.

Fueron muchas las veces que mi novia y yo sobrepasamos los limites sexuales, que llegó un punto en que le dije que si queremos agradar a Dios y tener un futuro matrimonio de bendición, tenemos que buscar vivir en pureza.

Así que cada vez que estábamos juntos y el momento parecía que se salía de control, uno de nosotros hablaba y hacía recordar al otro nuestro anhelo de vivir en pureza.

No fue fácil en un principio.

Pues aunque el sexo no lograba concretarse, si habían toques que sobrepasaban los límites y encendían las alarmas.

Eso abrió camino para aprender este siguiente paso.


3. Sé radical

Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al infierno. (Mt. 5:29)

Aunque el versículo bíblico antes mencionado es una metáfora, no deja de ser un gran consejo para luchar contra el pecado.

Por lo tanto, para restablecer los límites sexuales después de haber caído en fornicación, es necesario ser radical en cada decisión personal y de pareja.

Y aunque se sienta incómodo y casi hipócrita, es necesario. No para aparentar pureza, sino para proteger lo que Dios quiere restaurar.

Empieza con:

  • Nada de quedarse solos en casa.
  • No visitarse tarde en la noche.
  • Evita besos o caricias que enciendan el deseo sexual.
  • No generar conversaciones que comienzan a subir de tono progresivamente.
  • Si van a enviarse fotos, evita las provocativas o con poca ropa.
  • Hablen de sus debilidades.
  • Cuida el tipo de música que escuchas y la que compartes a tu pareja.
  • Si vas (van) a ver una película, evita (eviten) aquellas que incluyen contenido sexual.
  • Sal con amigos que te impulsen a vivir en pureza.

No se trata de legalismo. Se trata de ser sabio y humilde.

Y de reconocer que tu carne va a buscar dominarte, pero tú debes crucificarla todos los días en Cristo (Ro. 7:19; Ga. 2:20; 2 Co. 10:5; Ga. 5:17).

4. Redefine el propósito de la relación

En el camino de restaurar los limites sexuales después de haberlos sobrepasado, es necesario hacerse una pregunta incomoda pero necesaria:

¿Nuestra relación glorifica a Dios o solo alimenta nuestro apetito sexual?

El pecado sexual no solo afecta el cuerpo, también confunde las emociones, distorsiona la visión del noviazgo y puede ocultar que están juntos por miedo a la soledad, codependencia emocional o simple atracción física.

Por eso, reenfocar su propósito como pareja es vital. Si no lo hacen, estarán intentando ser puros sobre una base que está agrietada.

Háganse preguntas como:

  • ¿Podríamos glorificar mejor a Dios si nos separamos por un tiempo?
  • ¿Realmente buscamos el matrimonio, o solo evitamos estar solos?
  • ¿Tenemos un llamado compartido o solo una conexión emocional?

No tengan miedo de pausar, tomar distancia o incluso terminar si descubren que su relación no los está santificando.


5. Busca a alguien para rendir cuentas

Mejor son dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante! (Ec. 4:9-10)

Desde hace varios artículos atrás vengo haciendo mención al uso de la rendición de cuentas como herramienta bíblica para vencer al pecado.

Porque rara vez la restauración se logra en soledad.

Y si la Biblia nos exhorta a acompañarnos de otros para vencer el pecado, no dudes en buscar apoyo en:

  • Tu pastor, un líder o una pareja cristiana con quien puedan hablar regularmente.
  • Un psicólogo o consejero cristiano que te ayude a manejar la codependencia emocional y la vergüenza que genera el pecado.

Recuerda que también debes buscar rendir cuentas de manera personal. Así que la persona que elijas para esto debe ser de tu mismo sexo.

Además la iglesia en general debe formar parte de esta rendición de cuentas para ser restaurados.

Por lo tanto, permitan que les abracen, corrijan y animen (Ga. 6:1-2).


Finalmente

Si tú y tu pareja han caído, pero hoy desean vivir en santidad, déjame decirte algo con total convicción: Dios es experto en restaurar lo roto y transformar lo impuro en sagrado.

No permitas que la vergüenza te detenga. No dejes que el orgullo te engañe.

Cada paso hacia la pureza es un paso hacia la presencia de Dios. Vale más vivir como agradados por Él, que como aceptados por el mundo.

Y así es como hemos llegado al final del tema de hoy. Si tienes alguna sugerencia u opinión, escríbelo abajo en los comentarios.

Además, compártelo en tus redes sociales, que alguna pareja cristiana podría ser bendecido así como tú.

Dios te guarde.🙏🏻
Vuelve pronto.🤗

Max Damián

Hijo de Dios, escritor, blogger, y predicador de la palabra de Dios dentro y fuera de la web. Ayudo a los cristianos a alcanzar su propósito en Dios mediante blogs, vídeos, libros, podcast, y conferencias en vivo. facebook instagram twitter pinterest linkedin tumblr

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