Porque hoy no hablaremos de los Salmos para usarlos como devocionales o cánticos, sino desde su aspecto más profundo y teológico.
Es decir, haremos un estudio bíblico de aquellos tesoros poéticos que son conocidos como Salmos Mesiánicos.
Salmos que, de forma total o mínima, profetizan sobre la vida, ministerio, muerte y resurrección de nuestro Salvador, Jesús.
Así que, si deseas conocer todos los Salmos Mesiánicos que profetizaron sobre Jesús, te invito a que sigas leyendo este artículo.
Pero antes, una breve información que debes tener en cuenta sobre los Salmos Mesiánicos.
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Consideraciones para elegir un Salmo como Mesiánico
Elegir un Salmo como Mesiánico implica observar características, imágenes o profecías, que puedan ser asociadas a la figura del Mesías, y su cumplimiento en el Antiguo Testamento.
A continuación te presento algunos criterios que deben ser considerados para elegir un Salmo como Mesiánico.
a). Profecías Mesiánicas
Se buscan profecías específicas o imágenes que se alineen con la vida, ministerio, muerte, resurrección o exaltación de Jesucristo.
Esto puede incluir descripciones de sufrimiento, triunfo, reinado, sacerdocio, entre otros aspectos.
b). Menciones en el Nuevo Testamento
Muchos Salmos Mesiánicos son citados o referenciados en el Nuevo Testamento, aplicados directamente a Jesús.
Las citas explícitas o alusiones Mesiánicas fortalecen la conexión entre un Salmo y la figura del Mesías.
c). Cumplimiento en Jesucristo
Se evalúa cómo los elementos del Salmo encuentran su cumplimiento en la vida, ministerio y obra de Jesucristo.
Este cumplimiento puede abarcar eventos específicos, características o propósitos Mesiánicos.
d). Contexto Literario
Se analiza el contexto literario e histórico del Salmo para comprender mejor la intención del autor original.
Pues a veces todo un Salmo es aplicable a la persona, los pensamientos y el sentir de nuestro Señor Jesús (ej. el Salmo 22).
Y otro narra la experiencia personal del salmista, pero incluye una referencia aislada al Mesías (ej. el Salmo 69).
Ahora, con lo antes mencionado, continua en este estudio bíblico para descubrir los Salmos que profetizaron a Jesús antes de que habitara entre nosotros.
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Salmo 2: "La gloria del Hijo"
El Salmo comienza con la pregunta retórica: "¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos traman cosas vanas?".
Esta pregunta establece un escenario de rebelión y resistencia contra el Señor y su Ungido, el Mesías.
El Salmo describe la reacción de Dios ante esta oposición, mostrando su soberanía y autoridad sobre los gobernantes terrenales.
Se menciona al "Ungido" como el Rey escogido por Dios, y se le promete dominio sobre las naciones.
Este "Ungido" es a menudo interpretado como una figura mesiánica, que se cumple en Jesucristo en el Nuevo Testamento.
La referencia al "Hijo" en el versículo 7 refuerza la relación especial entre Dios y el Mesías.
El Salmo también aconseja a los reyes y gobernantes que sirvan al Señor con temor y se regocijen con temblor, reconociendo la supremacía divina.
Salmo 40: "La encarnación"
El salmo comienza con el salmista expresando su paciencia y confianza en Dios mientras espera su liberación.
La frase "Puse mi esperanza en el Señor" establece una actitud de confianza y dependencia en Dios.
En los versículos 6 al 8, el salmista habla en nombre del Mesías al describir cómo Dios no busca sacrificios y ofrendas rituales, sino que desea un corazón obediente y dispuesto.
Estos versículos son citados en la carta a los Hebreos en el Nuevo Testamento (Hebreos 10:5-7), donde se aplica directamente a Jesucristo como el cumplimiento perfecto de la voluntad de Dios.
El versículo 9 continúa con la declaración del salmista sobre la importancia de anunciar la justicia de Dios, sugiriendo un mensaje redentor que el Mesías proclamará.
En el versículo 12, el salmista reconoce sus propias transgresiones y pecados, pero también habla de la confianza en la fidelidad de Dios para librarlo.
Esto puede interpretarse como un eco de la experiencia de Jesucristo, quien, aunque sin pecado, asumió el peso de los pecados de la humanidad en su obra redentora en la cruz.
Salmo 91: "La tentación"
El Salmo 91 comienza enfatizando la seguridad y refugio que se encuentran en la presencia de Dios.
A lo largo del salmo, se describen diversas formas de peligro y amenazas, pero se subraya que aquellos que buscan refugio en Dios experimentarán su protección.
En la interpretación mesiánica, algunos ven conexiones con la vida de Jesucristo.
Por ejemplo, las tentaciones de Jesús en el desierto (Mateo 4:5-7) podrían asociarse con las referencias del Salmo a la protección divina contra peligros como "el lazo del cazador" y "la peste que destruye al mediodía".
Jesús, al resistir las tentaciones, confió plenamente en la protección y provisión divina.
Asimismo, en el versículo 11 se mencionan los ángeles que cuidan y protegen, y algunos han relacionado esto con la asistencia angélica durante momentos clave de la vida de Jesús, como en el desierto o en el jardín de Getsemaní.
Salmo 41: "La traición"
Este Salmo no se considera típicamente como un Salmo Mesiánico en el sentido de profetizar directamente sobre la venida del Mesías.
Sin embargo, algunos intérpretes han identificado elementos en este Salmo que podrían relacionarse con la experiencia de Jesucristo, especialmente en relación con la traición de Judas Iscariote.
El versículo 9 es particularmente interesante en una interpretación mesiánica, ya que el salmista habla de la traición por parte de un amigo cercano: "Aun mi íntimo amigo en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, contra mí ha levantado su calcañar".
Jesús citó este versículo en Juan 13:18, aplicándolo a la traición de Judas.
En este sentido, algunos consideran que este pasaje tiene un matiz mesiánico al anticipar la traición que Jesús experimentaría durante su ministerio terrenal.
Salmo 22: "La crucifixión"
El Salmo 22 es uno de los salmos más claramente mesiánicos del Antiguo Testamento, ya que contiene profecías detalladas y vívidas que parecen describir la crucifixión de Jesucristo.
El salmo comienza con las palabras familiares: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?".
Estas son las mismas palabras que Jesús pronunció desde la cruz, registradas en Mateo 27:46.
Este paralelismo sugiere una conexión directa con la experiencia de Jesucristo durante su crucifixión.
A lo largo del Salmo se describe una serie de eventos que coinciden sorprendentemente con aspectos específicos de la crucifixión de Jesús.
Se mencionan detalles como los insultos y burlas dirigidos al sujeto del Salmo (versículos 6 al 8), la sensación de deshidratación y la experiencia de tener las manos y los pies perforados (versículos 14 al 16), todos elementos que se cumplen en la narrativa de la crucifixión de Cristo.
En el versículo 18, se hace referencia a la distribución de las ropas del sujeto, lo cual es citado en el Nuevo Testamento en relación con la crucifixión de Jesús (Juan 19:23-24).
Salmo 69: "La ofrenda por la culpa"
Este es otro de los salmos que se considera mesiánico debido a las similitudes entre sus descripciones y la experiencia de Jesucristo, especialmente en el contexto de su sufrimiento durante su ministerio terrenal y, de manera más amplia, en su obra redentora
En el versículo 4, se menciona que el salmista es odiado sin causa, una frase que se repite en el Nuevo Testamento y que se aplica a Jesucristo (Juan 15:25).
Esto sugiere un paralelismo entre la experiencia del salmista y la de Cristo en relación con el rechazo injusto.
En los versículos 21 al 28, se encuentran descripciones de sufrimiento y aflicción que algunos interpretan como prefiguraciones de la pasión de Jesucristo.
Por ejemplo, el versículo 21 menciona dar hiel por comida y vinagre por sed, imágenes que son citadas en el contexto de la crucifixión de Jesús en Mateo 27:34 y Juan 19:28-30.
Salmo 16: "La resurrección"
Este Salmo contiene elementos que se interpretan como profecías relacionadas con la vida, muerte y resurrección de Jesucristo.
El salmo inicia con una afirmación de confianza en Dios y una expresión de dependencia total en Él como refugio y protector.
En el contexto mesiánico, estas palabras pueden interpretarse como la confianza del Mesías en Dios Padre durante su vida terrenal.
El versículo 10 es crucial para la interpretación mesiánica del Salmo 16.
En este versículo, el salmista habla de la certeza de que su "cuerpo no experimentará corrupción", lo cual se asocia a menudo con la resurrección.
Este versículo es citado en el Nuevo Testamento, específicamente en el libro de los Hechos, donde el apóstol Pedro aplica estas palabras a Jesucristo, afirmando que el cuerpo de Cristo no experimentó corrupción en la tumba antes de su resurrección (Hechos 2:25-32).
Salmo 68: "La ascensión"
Este Salmo comienza con la expresión: "Levántese Dios; sean esparcidos sus enemigos, y huyan de su presencia los que le aborrecen".
En la interpretación mesiánica, se puede asociar con la victoria final de Cristo sobre el mal y sus enemigos espirituales.
El versículo 18, que habla de "subir a lo alto, llevando cautiva la cautividad, recibiendo dones entre los hombres", es citado en el Nuevo Testamento en Efesios 4:8, donde se aplica a la ascensión de Cristo.
También contiene referencias a la presencia divina en el santuario, lo cual puede relacionarse con la encarnación de Cristo, siendo Él mismo el lugar donde la plenitud de la divinidad habita corporalmente (Colosenses 2:9).
Salmo 45: "El Rey-esposo"
Este Salmo presenta la figura del rey mesiánico, cuya autoridad y reinado son reconocidos y exaltados por Dios.
La interpretación Mesiánica destaca la conexión con Jesucristo como el Rey eterno y justo, así como la relación especial entre Cristo y su iglesia.
El salmo comienza con un tono de celebración y elogio hacia el Rey, describiendo su belleza, gracia y victorioso reinado.
Este rey es alabado por su justicia y bendecido por Dios de manera especial.
El verso 6 dice que el trono del Rey es eterno y justo, lo cual puede interpretarse como una referencia a la naturaleza Mesiánica del rey mencionado.
Hebreos 1:8-9, aplica este versículo explícitamente a Jesucristo, resaltando su posición real y eterna.
Y en los versículos 10 al 15, se describe la llegada de la novia real al palacio del rey, lo cual ha sido interpretado simbólicamente como la relación de Cristo con su iglesia.
Salmo 24: "El rey de gloria"
El salmo comienza con una afirmación de la soberanía de Dios sobre toda la creación, estableciendo la idea de que la tierra y todo lo que hay en ella pertenecen al Señor.
Esta perspectiva teológica sienta las bases para el tema mesiánico que se desarrolla más adelante.
El versículo 7 se pregunta quién es este Rey de gloria que puede entrar en el santuario de Dios.
Y la respuesta en los versículos 8 al 10 describe al Rey de gloria como fuerte y poderoso, el Señor de los ejércitos.
Esta imagen del Rey de gloria que entra en el lugar santo se considera una referencia Mesiánica que apunta a la entrada triunfal de Jesucristo en el cielo después de su resurrección y ascensión.
En el libro de Hebreos, se cita el versículo 7 al 10 del Salmo 24 en el contexto de la exaltación y la ascensión de Jesucristo (Hebreos 1:6-10).
Salmo 110: "El sacerdote, juez y rey"
El salmo comienza con la declaración: "El Señor dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies".
Jesús mismo utilizó este versículo para señalar su propia autoridad divina y posición exaltada (Mateo 22:41-46).
En el versículo 4, se menciona al Mesías como "sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec".
Este pasaje es citado en el libro de Hebreos, especialmente en Hebreos 5:6 y Hebreos 7:17, para resaltar la sacerdocio eterno de Jesucristo, que va más allá de la tradición levítica y se asemeja al sacerdocio de Melquisedec.
Salmo 8: "El postrer Adán"
El Salmo 8 no es típicamente considerado como un Salmo Mesiánico en el sentido de profetizar directamente sobre el Mesías.
Sin embargo, algunos intérpretes ven conexiones mesiánicas en las imágenes y temas del salmo, especialmente cuando se leen en el contexto del Nuevo Testamento.
En el Nuevo Testamento, específicamente en Hebreos 2:5-9, se cita el Salmo 8 en el contexto de la exaltación de Jesucristo.
Se interpreta como una referencia al papel del Hijo de Dios, quien, aunque fue hecho un poco menor que los ángeles durante su encarnación, ahora está coronado de gloria y honor después de su resurrección y ascensión.
Salmo 72: "El reino justo y eterno"
El salmo comienza con una oración por el rey, solicitando a Dios que le dé sus juicios y justicia.
La súplica por justicia y equidad en el gobierno del rey apunta a la expectativa mesiánica de un líder justo y sabio.
Los versículos 5 y 17, se menciona la duración del reinado del rey, sugiriendo una perspectiva eterna.
El versículo 8 destaca la expansión del dominio del rey desde el mar hasta el mar, desde el río hasta los confines de la tierra.
Este lenguaje simbólico evoca una imagen de dominio universal, algo que se asocia con la figura del Mesías en las profecías del Antiguo Testamento.
Salmo 102: "La eternidad de Cristo"
Este Salmo no se considera típicamente Mesiánico en el sentido de profetizar directamente sobre el Mesías.
Sin embargo, algunos versículos de este Salmo han sido interpretados de manera Mesiánica, especialmente cuando se leen en el contexto del Nuevo Testamento.
El versículo 25 ha sido interpretado en el contexto Mesiánico en el Nuevo Testamento.
Este versículo habla de la creación, y es citado en la carta a los Hebreos (Hebreos 1:10-12), donde se aplica directamente a Jesucristo, señalando su preeminencia y eternidad.
La conexión mesiánica se refuerza en el versículo 15, donde se menciona que "los gentiles temerán el nombre del Señor, y todos los reyes de la tierra, su gloria".
En la perspectiva cristiana, esto puede relacionarse con la propagación del evangelio entre las naciones y la adoración universal a Jesucristo.
Salmo 118: "La piedra angular"
Este Salmo es considerado Mesiánico debido a varias conexiones que se han hecho entre sus versículos y la vida de Jesucristo, especialmente en relación con su entrada triunfal en Jerusalén y su papel como la "piedra angular" rechazada que se convierte en la base del nuevo pacto.
El versículo 22 se destaca en particular: "La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo".
Este versículo es citado en el Nuevo Testamento en Mateo 21:42 y en Hechos 4:11, donde se aplica directamente a Jesucristo como la piedra angular rechazada por los líderes religiosos, pero que se convierte en la base fundamental del nuevo pacto y de nuestra fe.
Finalmente
Al explorar los Salmos, hemos desentrañado profecías que anticipaban la venida de Jesús mucho antes de que caminara por la tierra.
Desde el clamor angustiado de David en el Salmo 22 hasta la celebración triunfal en el Salmo 118, hemos presenciado cómo cada palabra se alinea perfectamente con la vida, muerte y resurrección de nuestro Señor.
Es mi deseo que este pequeño estudio bíblico te inspire a sumergirte profundamente en las Escrituras.
Y que descubras que la Biblia no es un libro más del montón, sino la revelación absoluta del Dios que muchos quieren suprimir.
Que esta exploración de los Salmos Mesiánicos fortalezca tu fe, inspire tu adoración y encienda un deseo más profundo de conocer a Jesús en cada verso.
Así es como hemos llegado al final de este estudio bíblico. No te vayas sin dejar tu opinión o sugerencia abajo en los comentarios.
Y sin compartir este artículo en todas tus redes sociales.
Dios te guarde.🙏
¡Vuelve pronto!😄
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