Siempre me he preguntado: ¿Que lleva
a un cristiano a mantener su pecado sin confesar?
Y tras mucha búsqueda de respuesta a
esa pregunta resolví que, un cristiano mantiene su pecado oculto por miedo a
ser señalado, rechazado y objeto de burla.
Sí. Así como lo lees.
Nadie que sepa que harán leña del
árbol caído se atreverá a confesar que cometió pecado.
Por tal razón, es mejor mantenerlo en
silencio.
Este fue el caso de Antonio, un joven
cristiano de 23 años de edad que terminó teniendo sexo antes del matrimonio con
su novia.
Tuvo el enorme valor de confesarle a
su pastor. Creyó que encontraría el bálsamo para reconfortar su alma y ser
restaurado.
El pastor hizo lo que dicta las
normas de la iglesia: confesarlo a la directiva.
Cuando la directiva lo supo tomó la
decisión de ponerle una disciplina de un año, no sin antes haber confesado todo
a la iglesia.
De inmediato cada hermano en la
congregación estaba mirando cómo el peor de los jóvenes a Antonio.
Su vida había terminado para
siempre.
La directiva confesó a la iglesia que
la disciplina era por fornicación.
Nadie lloró. Nadie se dolió.
Al final del culto, nadie se acercó a
darle palabras de aliento a Antonio.
Semanas comenzaron a pasar y Antonio
esperaba la visita o llamada de algún hermano de la iglesia.
¿Cómo es posible que a nadie le
interese yo? —Se preguntaba Antonio muy dolido.
Los meses pasaron y Antonio se
encontraba más solo que nunca.
Ni siquiera la directiva, quienes
eligieron su disciplina, fue capaz de ir a visitarle.
La iglesia se olvidó de él.
De ser un joven al que todos
abrazaban, pasó a ser una persona más sentada en la última banca del rincón de
la iglesia.
¿Acaso es ciencia ficción la historia
de Antonio? ¡Pues no!
Esto es lo que sucede con más
frecuencia hoy en día dentro de nuestras iglesias.
Las personas callan sus pecados
porque saben que terminarán desechadas, burladas y más heridas que al comienzo.
La iglesia es el único lugar en el mundo donde matan a sus soldados heridos.
—Max Damián
Entonces en vez de preguntarnos ¿Por
qué hay tanto pecado oculto en la iglesia? No sería mejor preguntarnos ¿Por qué
nadie es capaz de confesar su pecado oculto?
Y por favor, olvídate de aquel
pensamiento trillado: “Es que el diablo los tiene atados.”
Créeme, si permitiéramos confesar su
pecado a alguien, este sería libre y no habría manera en que satanás le tenga
atado.
Mi pecado te declaré, y no te encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado.”
(Salmos 32:5)
La forma en que la iglesia está
actuando hoy en día es lo que lleva a que existan muchos pecados ocultos.
Hemos olvidado las palabras que él
mismo Jesús nos enseñó: “Amaos y soportaos los unos a los otros.”
¿No fuimos acaso llamados a ser
sal en la tierra?
Claro. Soy sal para el resto del
mundo, pero para mis hermanos de la congregación, soy insípido.
ACTUANDO COMO JESÚS
Detente por un momento en el
siguiente relato y léelo las veces que sea necesario:
“Entonces los maestros de la Ley y los fariseos llevaron al templo a una mujer. La habían sorprendido teniendo relaciones sexuales con un hombre que no era su esposo. Pusieron a la mujer en medio de toda la gente, y le dijeron a Jesús: —Maestro, encontramos a esta mujer cometiendo pecado de adulterio. En nuestra ley, Moisés manda que a esta clase de mujeres las matemos a pedradas. ¿Tú qué opinas? Ellos le hicieron esa pregunta para ponerle una trampa. Si él respondía mal, podrían acusarlo. Pero Jesús se inclinó y empezó a escribir en el suelo con su dedo. Sin embargo, como no dejaban de hacerle preguntas, Jesús se levantó y les dijo: —Si alguno de ustedes nunca ha pecado, tire la primera piedra. Luego, volvió a inclinarse y siguió escribiendo en el suelo. Al escuchar a Jesús, todos empezaron a irse, comenzando por los más viejos, hasta que Jesús se quedó solo con la mujer. Entonces Jesús se puso de pie y le dijo: —Mujer, los que te trajeron se han ido. ¡Nadie te ha condenado! Ella le respondió: —Así es, Señor. Nadie me ha condenado. Jesús le dijo: —Tampoco yo te condeno. Puedes irte, pero no vuelvas a pecar.” (Juan 8:3-11 ─ TLA)
Apuesto que no terminaste de leer el
relato. ¿Verdad? Claro. Te lo sabes de memoria.
Y así como tú, muchos —aunque se lo
saben de memoria— han olvidado la enorme enseñanza que Jesús nos da a través de
este suceso.
Pero seguimos siendo buenos para
condenar, para señalar y desechar a otros.
Entonces, ¿Cómo queremos que haya
confesión de pecados? Si no sabemos controlar nuestra arrogancia y hacemos
pedazos la vida de alguien en vez de restaurarle.
Si Jesús no te reprochó, no te
ignoro, no te miró como esperpento, aunque lo merecías, ¿Por qué tú si lo haces
con tu hermano?
Ya, en serio.
La iglesia debería aprender a mirar
con ojos de amor y compasión a los suyos.
Si tu hermano pecó, no hay por qué
mirarle con ojos raros ni de desprecio.
Acércate a él, abrázale, llora con él
y restáuralo.
Compórtate como lo que decía Salomón:
“En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia.” (Proverbios 17:17)
SE UN SANADOR, NO UN ASESINO
¿Recuerdas el siguiente relato
bíblico?
Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. (Lucas 10:33-34)
Una vez más este es un relato que
quizá dejaste pasar por alto toda tu vida.
¿Acaso no serías capaz de prestar
auxilio a una persona mal herida en plena calle? Yo creo que si le ayudarías.
¿Pero qué harías cuando tu hermano en
la iglesia necesita que le prestes auxilio?
La respuesta debe ser sencilla:
“Curar sus heridas con aceite y vino, y cuidar de él.”
Sabes, el aceite representa al
Espíritu Santo, y el vino, a la sangre redentora de Cristo.
En otras palabras. Es necesario que
uses lo que Cristo ha depositado en ti a través del Espíritu Santo para sanar a
tu hermano.
Has lo que él samaritano hizo: Cuida
de él.
En pocas palabras. Acompáñale en su
restauración. Ora por él y junto a él. Pregunta cómo va su proceso y enséñale a
cómo estar firme.
En verdad. La iglesia debería actuar
como restauradora y sanadora, no como asesino en serie.
EN CONCLUSIÓN
Si tu hermano pecó, no puedes hacer
otra cosa más que lanzarle el salvavidas para que no muera ahogado.
Permite que confiese su pecado. Es
necesario para hallar liberación y restauración.
Pero no le condenes, no le rechaces
ni le menosprecies.
No tienes por qué alarmarte por un
pecado que haya cometido, al contrario, llénate de dolor y compasión por él.
Ama como Jesús, perdona como Jesús.
Se sal dentro y fuera de la iglesia.
Cura sus heridas con mucho aceite y
cuida de él hasta que esté restaurado por completo.
Excelente tema, gracias por tratar temas tan necesarios y actuales MM
ResponderBorrarGracias a ti por visitar este blog y por leer este post.
BorrarVuelve pronto!
Bendiciones :)
Hno el líder d no iglesia solo s queja de q somos indisciplinados y se q somos inquietos en las. Clases pero q mejor o debería vernos como un reto y seguir tratando? Aquí tu hablas d el amor pero no siento su amor d ese líder.
ResponderBorrarHola. Gracias por tu comentario.
BorrarResulta que —y debes tenerlo presente siempre— ni siquiera los cristianos van a ser como nosotros esperamos que sean. Si bien es cierto el lenguaje del cristiano siempre debe ser el amor de Cristo, hay algunos que olvidan esto.
Sugiero que por favor tengas la valentía de poder hablar con él y hacerle ver que su conducta y sus comentarios no te alientan a nada. Si no es posible esto, habla con el pastor. Alguien debe saber que otras personas hacen malas prácticas y ello afecta a la congregación,
No olvides orar por él y perdonarle.
Saludos ;)
Hola Max.
ResponderBorrarMe parece las iglesias, sean cual fuere su origen, debieran contextualizarse y actuar en concordancia con la realidad. Aunque hoy en día es normal los jóvenes inicien su vida sexual a temprana edad deberíamos preguntarnos ¿Porque lo hacen? ¿Donde estamos los adultos, padres, familiares para explicar y aclarar sus dudas? ¿Conocen ellos las implicaciones biológicas y espirituales de su decisión? Y podría plantear muchas mas preguntas. Las iglesias no se concibieron para juzgar, incriminar o acusar, pienso son espacios de reunión social, espiritual y de amor, allí si estaría sentado Dios en medio.
Muy buena opinión la tuya Juan Carlos.
BorrarSaludos :)
Excelente hno Bendiciones
ResponderBorrarGracias César. Sigue disfrutando de todo el contenido en este blog.
BorrarPor aquí te espero más seguido.
Bendiciones.
muy buena enseñanza,tristementes es asi hacemos lena del árbol caído a nuestro hermano y en ves d levantarlo lo undimos mas,pero es triste q la congregación sepa q hay un pecado oculto en un pastor,y no le pida perdón al pueblo pues el líder como líder tiene que asumir su pecado y pedirle perdón también a su congregasion,es mi opinion.gracias
ResponderBorrar¿Qué el líder le pida perdón al pueblo de Dios? Claro que es una excelente idea. De hecho es una muestra de verdadero liderazgo. Porque los valiente son aquellos que cuando han caído se ponen en pie, reconocen su error y continúan caminando.
BorrarBendiciones. :-)
Hay algo que no entiendo, porqué el pastor tiene que contar la intimidad de su oveja? Y segundo la confesión del pecado es con Dios, el problema de la iglesia es que no admiten delante de Dios sus pecados, no es en frente de la iglesia, a no ser que como testimonio el Espíritu Santo te haga mencionarlo. Es súper triste la historia que mencionas lastimosamente pasa por eso no se despierta en muchas iglesias un evangelio de poder.
ResponderBorrarQuerida, Dehika.
BorrarLos pastores jamás deben andar divulgando la intimidad de los del pueblo. Eso debe quedar en él y en Dios.
Por otro lado, es claro que la confesión se hace ante Dios. Pero hablar sobre lo que hiciste con otra persona, ayuda a fortalecerte. Tal como dice Pr. 11:14: "En la abundancia de consejero está la victoria".
Dios te guarde siempre.🤗
¡Vuelve pronto!
Muy triste la historia, pero pasa muy a menudo en las congregaciones, donde las cosas privadas se cuentan a quien no debieran y así se destruyen hasta ministerios y por eso la pérdida de credibilidad en muchos pastores, gracias a Dios aún quedan los que si aman a sus abejas
ResponderBorrarMuchas veces criticamos al hermano que peca de una manera distinta a la nuestra! Gran enzeñanza!
ResponderBorrarBendiciones max hermosa palabra y una enseñanza de amor,El Padre Eterno lo dijo "EN Esto DEMOSTRARAN Q SON MIS Discípulos SI Tienen AMOR UNOS POR OTROS"
ResponderBorrarCREO PASTOR q el medio para ser libres de estás ataduras es renunciar y reconocer q se tiene o hubo una debilidad,al reconocer hay arrepentimiento y podrá ser restaurado el hno (a)pienso q debemos amar más y condenar menos en el sentido de corregir,cuando la oveja se perdió Jesús no la fue a buscar con un palo o la golpeó El pudo quedarse con las 99,pero miro y pensó ,ella me necesita,hay q ayudarla,tal vez se desenfoco o se contaminó y afloro su debilidad
Lo felicito pastor ,una hermosa enseñanza,no somos jueces ni Dios somos gente imperfecta caminando con el perfecto ,antes de olvidar hay q restaurar deber del atalaya
Gloria sea al Señor por tus palabras. Oremos para que ponga este mismo deseo y sentir en la iglesia de Cristo.
BorrarDios te guarde.
¡vuelve pronto!
Hermoso y es verdad felicidades ojalá y esto se pudiera hacer en las iglesias porque hay mucho desprecio Asia los caídos y en vez de orar por ellos ayudarlos a no sentirse poca cosa porque así se sienten los hunden más los hermanos .
ResponderBorrarLamento que esto esté pasando en nuestros tiempos. A veces no actuamos como Jesús, sino como fariseos. Pero oremos para que esto se convierta en una realidad. Solo el Espíritu Santo puede lograrlo.
BorrarDios te guarde.
¡vuelve pronto!
Exselente tema lleno de reflexion
ResponderBorrarGloria sea al Señor. Es una bendición poder escribir este contenido.
BorrarDios te guarde.
¡vuelve pronto!
Qué bendición leerte Max! Lamentablemente así están muchas iglesias y el actuar normalmente perjudica y manda al mundo a muchos creyentes, que como Antonio, no reciben restauración, sino señalamiento e indiferencia. Sólo nos resta orar por esa situación y pedirle al Señor que ponga en nosotros, el pensar, actuar y amar como Jesús. Qué nos dé un nuevo corazón. Gracias Max! Dios te bendiga!
ResponderBorrarAquellos que hemos sido rescatados por el Señor, debemos demostrar la misma compasión que Él tuvo por nosotros.
BorrarGracias por leerme y por comentar.
Dios te guarde.
¡vuelve pronto!
Muy buena enseñanza
ResponderBorrarEspero que haya sido de mucha ayuda para tu vida.
BorrarDios te guarde.
¡vuelve pronto!
Es la primera vez que abro sus mensajes.Muy buenos.Gracias a Dios por las Verdades que ahi expones.Soy pastora junto a mi esposo en Cuba,Asambleas de Dios.El Señor le bendiga abundantemente
ResponderBorrarlos patudos piensan asi..
ResponderBorrarno los seguidores de Cristo!
Los patudos son aquellos que tienes patas grasndes???
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